Todo el mundo sabe que el deporte aporta infinidad de beneficios a la salud física, de hecho, se ha hablado mucho sobre ello en numerosos medios, sin embargo, el deporte también nos aporta muchos beneficios para la salud mental. En este post vamos a contaros como podemos sentirnos mejor tanto física como psicológicamente gracias a la práctica deportiva.
Todos sabemos que el sedentarismo está detrás de muchas enfermedades relacionadas con el colesterol, la circulación sanguínea y el corazón. Y con una práctica rutinaria del deporte, adaptada a la edad y las condiciones físicas de cada persona, podemos mejorar, y mucho nuestro estado de forma en general.
La edad no es excusa para no practicar deporte, ya que, es apto para todas las edades, desde niños de edad temprana hasta las personas de edad más avanzada pueden beneficiarse de esta práctica, eso sí, debe estar adapta a cada situación y circunstancia.
Está demostrado que, en edades avanzadas, un paseo diario de alrededor de 30 minutos, tiene un efecto muy positivo para las personas que lo realizan, pudiendo alargar la esperanza de vida, así como la calidad de vida.
Pero como decíamos al principio de este post, la práctica deportiva no solo beneficia nuestra salud física, también tiene muchos beneficios para nuestra salud mental. Está demostrado que hacer deporte con regularidad hace que nuestro organismo libere endorfinas, la hormona de la felicidad, lo que hace que mentalmente también nos encontremos mejor.
Después de ver todos los beneficios que nos aporta la práctica deportiva, seguro que te animas a empezar a practicarlo, si es que aún no lo has hecho ¿verdad?.
Pues te vamos a dar unos consejos para que el comienzo de tu práctica deportiva no se convierta en un calvario que acabes abandonando.
En primer lugar equípate con ropa adecuada para que tu experiencia sea lo más placentera posible, utiliza camisetas ligeras y transpirables para evitar la sensación de humedad. Y para tus pies no hay nada mejor que unas zapatillas cómodas y unos calcetines que eviten las molestas ampollas y rozaduras.
Si no has sido una persona muy activa, lo mejor es que empieces poco a poco, no te marques grandes retos, o de lo contrario acabarás desistiendo. Empieza por pequeños objetivos que puedas alcanzar y ve incrementando poco a poco el nivel de dificultad según te veas que vas mejorando, de esta manera no te sentirás frustrado y agotado y te sentirás animado a seguir incrementado tu nivel. Si sigues nuestro consejo verás cómo poco a poco te vas a empezar a sentir mejor y te irás marcando nuevos retos.
Pero recuerda, la mejor opción siempre será ponerte en manos de un profesional cualificado que te guie en tus objetivos y te adapte los entrenamientos de acuerdo a tu condición física y necesidades, de esta manera evitarás lesiones innecesarias y poner en riesgo tu salud.
Esperamos que este post te haya sido de utilidad
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